Un joven sobre quién está el Espíritu
En tu caso, más que preguntarte si está el Espíritu Santo en ti, (eso se arregla con que lo pidas), pregúntale si está a gusto en ti. Si estás aprovechando ese Poder de Dios, que es más grande que cualquier otra clase de fuerza y poder en el cielo y en la tierra, ese Don de Dios que te enseña lo que es vital para vivir: amar.
No te estoy preguntando si perteneces a un grupo donde se le da especial énfasis al Espíritu Santo, o si tienes algún don espectacular de los que tanta ‘alharaca’ se hace de vez en cuando, (en donde terminamos olvidando al Dador por el don), un dato valioso para tu información: ningún don que tengas será nunca sinónimo de santidad.